Piñas van, piñas vienen, pero solo Ema se entretiene

El otro día vino un salamín y me dijo (mientras yo lidiaba con la máquina expendedora de salamines): "Con esa cara de spaguetti no podés comprar ni un escalectric". A lo que yo, furibundo, le escupí: "Pero callate perejil, no te podés levantar ni a la mañana."
A lo que su madre me golpeó con su cartera (llena de adoquines -familia de obreros-).
Luego de una ardua jornada de levantamiento de dientes reaccioné: ¿qué le pasa señora? ¿se fumó una alpargata?.
Madam Señora: Si seguis tirandole onda a mijo te voy a dar un escarmiento.
"Es que es muy apuesto (handsome)" Respondí.
A lo que el parroco del pueblo (que era muy barroco) dijo: "Aquel que siendo un Espagueti ose levantarse a una señora entrada en años, será recibido en el infierno donde habrá de hacer una larga cola y luego será ejecutado."
A lo que la madre de la albondiga esa le clavó un hacha en la frente (ofendida por la mención de la palabra concha).
Y luego sentenció: "Matadme si ese es vuestro deseo pero tened en cuenta que mi cuerpo virgen no será profanado por vuestros penes que guardan un parecido tal a un spaguetti que cualquiera que ande corto de vista podría deborarselos cual si fueran auténticos spaguettis".
A lo que un ñoqui que por allí pasaba sentenció: "Este es el fin, nos van a hacer cagar a todos"
A lo que todos muerieron instantaneamente. En el aire se oyó un susurro. La palabra fue "Ema". Ema no lloró (creo que nunca lo hará).