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Mi­tica Balena Mitica Balena: Anémonas en el torrente sanguíneo (234 cm x 180 cm, óleo sobre tela)

jueves, julio 13, 2006

Anémonas en el torrente sanguíneo (234 cm x 180 cm, óleo sobre tela)

Felices las aves, que poseen anémonas en el torrente sanguíneo.
Felices las bestias del campo, que poseen anémonas en el torrente sanguíneo.
Allá a lo lejos se veía una ciudad, sobre una elevación. Resplandecían sus muros de marfil. Como resplandece el oro exhibido al sol. Pero también había anémonas, en las nubes de tu corazón.
Tantas y tantas anémonas, como moles de pan, hay en Bagdad.
Tantas, pero tantas anémonas, que se podía literalmente nadar sobre ellas. Cómo se nada al nacer! Como nacen los hombres sobre un lecho de almidón. Surtido de grandes cantidades de agua y jengibre. Mirra y pan. Como en las despensas de Bagdad.
Anémonas, miles de ellas volando por ahí, por sobre la niebla de Bagdad. La niebla del campo de Bagdad. Tan frescas las aguas, de tamarindo o limón. Cómo canta el cura su sermón!
Libre la rata, en las despensas de la ciudad. Cómo cuida el pan! Agua de más, y mirra han de sobrar, como en los nidos del ave, sobra la fraternidad. Felices las ovejas, pues suyo será el reino de los cielos. Felices todos en el monte. Feliz vos, yo, Carla Conte. Libre de despensas de infortunio o almidón. No habrá ratas durmiendo en el colchón.
Felices los peces, pues agua nunca faltará. En sus despensas, el pan no faltará. Anémonas, nunca faltarán en su corazón, como nunca falta arroz, en las cosechas de Bagdad.
Metamorfa el cielo, el día en noche. Pero nunca una bicicleta en coche. Pues sobran los ruidos en la ciudad, en las plazas de Bagdad. El pan no faltará, en sus despensas agrietadas, llenas de ratas de bondad. Nunca falto el hombre de bondad. Anémonas! Libres como el viento, sobre la niebla del lugar, fuera de las despensas del lugar. Donde el pan, espera al invierno, y el sol no quiere faltar. Allá en Bagdad, las anémonas danzan sin parar, porque felices serán los que danzan sin parar. El reino de los cielos de alguien será. Tuyo, mío, de Balá.
Niebla y mirra por sobre los ruidos del lugar, Bagdad. Pan y ratas en las despensas de la ciudad, cómo sobran las aves, en del campo la ciudad! Felices los carpinteros, pues la lluvia llegará. Bagdad, será agrietada, por del tiempo, el transcurso. Como el almidón se convierte de reserva en uso. Lejos de los campos, donde el ave sale a cazar. Aquí, en Bagdad, el pan poco faltará. Anémonas no lo permitirán!

redactado por Dr. Cisella "at" 5:00 p. m.